¡Brutal homenaje de Scorsese al nacimiento del cine! Un viaje emocionante y alucinante del que por desgracia hay que volver al acabar la película ¡me habría quedado allí toda la vida!
En esencia va de Hugo (Asa Butterfield), un niño prácticamente huérfano, vive en las entrañas de una estación de trenes de París y trata de arreglar un autómata, único recuerdo que conserva de su padre (el exbuenorro Jude Law). Para mi es la favorita principal de cara a los premios Oscar de este año, con once nominaciones de las que al menos dos o trtes son seguras victorias. En mi butaca, gozada y disfrutada, me he rendido ante la que puede que sea mi mayor orgasmo cinematográfico en sala de hace años (no penseis mal, no me he liado con nadie en la sala). Ha costado 170 millones de dólares de presupuesto y cada céntimo está amortizado.
La película es, sencillamente, un homenaje a los orígenes del cine y su función generadora de sueños. Su maravilloso sentido visual nos lleva al delirio a todos los que amamos este arte. Es una delicia para cinéfilos empedernidos, para neófitos virginales, para pequeños y mayores, para rudos seguidores de Stallone, casposos seguidores de Torrente, para todos.
Perfecta en imagen y con una banda sonora casi constante y perfecta regala dos horas de magia en estado puro junto entre otros a Ben Kingsley , Christopher Lee o Sacha Baron Cohen. Y además en un estupendo 3D, herramienta ya prácticamente desvirtuada por su abuso comercial pero que en realidad nació con la intención de garantizar que la fantasía nos envolviera completamente, como pasa en esta película. Tremenda. Un regalo increible.
Nota: 10 sobre 10
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