viernes, 22 de noviembre de 2013

La vida de Adele (2013)

Kechiouche nos presenta el amor en mayúsculas, amor desenfrenado, amor auténtico, nos ofrece emoción a raudales durante toda la película, y eso que es larga... La primera escena de sexo explícito, no por larga imprescindible ya nos da paso al tratamiento delicado que se aplica al amor.
Junto a "Amour" de Haneke, ´de lo mejor que he visto este año.  Casi tres horas de planos cortos consecutivos, ninguno engaña, todos sublimes ofreciendo amor en estado puro. Delicadamente intensa, nos llenará el espíritu o el ánsia, según la situación personal de cada uno, pero llenará seguro.
No hablo de realismo, hablo de autenticidad. Poco importa si las largas y bellísimas escenas de sexo entre Adèle y Emma responden a los patrones de comportamiento real de dos lesbianas, o a la fantasía proyectada de un cineasta masculino.
Lo que importa es que respiran deseo como pocas veces se ha logrado en el cine. Es el deseo de dos personas que se aman. El tiempo es el que nos permite ver las grietas, las rencillas, las dependencias enfermizas de ese amor. Y en ese mar de tiempo nos vemos inmersos y no queremos salir de él durante las casi 3 horas que dura la historia.
Nota: 9 sobre 10

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