jueves, 31 de mayo de 2012

Infiltrados en clase (2012)


Versión cinematográfica de la serie de los ochenta Jóvenes policías. Jonah Hill y Channing Tatum se enfundan el traje de adolescente para darnos una simpática película, sin más.

El resultado, aunque no exento de tópicos sorprende en algunos casos.
Shmidt y Jenko son dos amigos que, desde el instituto parece que han estado destinados a trabajar juntos. Ahora son dos policías que tras una cagada, dan a parar a la unidad especial de infiltración, una especie de célula de la policía especializada en infiltrarse entre los jóvenes. Su primer trabajo será desenmascarar una red de pequeños narcotraficantes en un instituto.
Es una cinta agradable, simpática y entretenida, eso si, no exenta de tópicos, gracias fáciles, chistes escatológicos y algún que otro guiño de índole sexual. Todo ellos mezclado en buenas partes, sin sobrarse en exceso.
Parte de esta mezcla simpática la tienen sus dos protagonistas. Jonah Hill parece haberse comedido tras su paso por un cine más sensato (nominación al Oscar incluida) y aquí se muestra sereno, no desfasa y hasta cae bien. Es el patito feo del dúo y para ponerse al lado a un Adonis, que menos que Channing Tatum, casi un todoterreno en los géneros y que podríamos decir que se lleva quizá la palma en casi toda la función, sin quitarle, por supuesto, el mérito a Hill.
Con algunas imágenes totalmente hilarantes, nos descoloca y nos hace reír. Mención especial una persecución en coche, toda una muestra del frescor con el que se ha escrito este guión.
Si que es cierto que la película no desgrana nada especial, no desmonta teorías (sabemos cómo son y como han sido los jóvenes siempre) pero si alegra quizá una aburrida tarde o una noche agradable, como colofón de un día duro. Uno nunca sabe, pero a veces las comedias menos “medidas” son las que al final terminan por hacernos reír más.
Cinta de humor fácil, poco rebuscado y ni mucho menos inteligente, que en el fondo también busca algunos valores morales como la amistad, la confianza en uno mismo o hasta incluso la justicia y bal, bla, bla...
Nota: 5 sobre 10