En la casa (2012)

La historia está basada en ‘El chico de la última fila’, una obra de teatro de Juan Mayorga, un autor madrileño y es un acercamiento adictivo, fascinante y con momentos aterradores a la costumbre de contar historias y las diferentes formas de recibirlas y hacerlas nuestras. Reconozco que no me esperaba un resultado tan magnífico de esta película, supongo que por mi desconfianza a las premiadas en festivales "cultos", pero realmente pienso que es uno de los mejores productos que he visto este año. Narra el interés, cada vez más acusado, fascinado e irracional, de un veterano profesor por las redacciones de un alumno, y eso nos lleva a reflexionar con ingenio sobre los mecanismos para contar historias, la capacidad de manipulación mediante las palabras (a veces cerca de la tortura psicológica) y las posibilidades nocivas de estas mismas palabras según su uso e interpretación.
El director también nos plantea el lado opuesto al contador de historias, planteandolas como una búsqueda de la evasión en el relato ajeno, la necesidad imperiosa de poner a prueba nuestra inteligencia y la impotencia de saberse manipulado y no hallar (o no querer hallar) las herramientas para esquivar el mangoneo. En la película además de apoyarse en los diálogos también se utiliza una interpretación sin florituras, limpia y natural y una atmósfera idela para ellos que crean un compacto resultado muy recomendable de ver.
Nota: 9 sobre 10

El ladrón de palabras (2012)

En esta película, aprovechan el tema del plagio literario (un saludo para AR) para levantar un ambicioso juego de cajas que tapan otras cajas que se toma a sí mismo demasiado en serio y esconde una paradoja en la que nos quieren hacer creer que la impostura funciona como un cáncer del alma y se aboga por la verdad como único manantial del arte... Pero lo menos convincente de toda la película es precisamente eso, su narración no convence para nada de ser una verdad minimamente creible. La historia traumática del pobrecito exiliado en París es un montón desordenado de tópicos que ni siquiera están bien interpretados para intentar salvar un poco de credibilidad. Lo más interesante de la película es la voz de la conciencia del personaje que interpreta Jeremy Irons que destila frases gurú que dan profundidad al pastel, pero nada más. Una pena porque el tema es interesante, más allá de lo que pensemos de la apropiación de derechos y creación a lo SGAE...

Nota: 4 sobre 10 

Reality (2012)

No, no y no... ¡no puedo con mi vida! ¿cómo puede el director de Gomorra hacer semejante mojón? Es una historia de patio de vecinos italiano, del sur más concretamente... muy a la española pero con su estilo italiano, en plan melodrama con tintes cómicos en el que un pescadero (no precisamente un Antonio Recio, mayorsita no limpia pescado) fija su alma, su filosofía de vida y su religión en base a la TV, todo en tono menor, de estar por casa, una casa dominada por la televisión, donde la tele ocupa el lugar que, quizá, siglos antes, en la antigua Roma, hubieran ocupado los dioses familiares, esos a los que encomendarse y a los que rezar. La tele, sí, como la nueva religión buscada en Gran Hermano ¿os suena de algo?. Aborda el retrato despiadado de un hombre ridículo poseído por la religión de la tele, un santo loco que busca la verdad en Gran Hermano. Más que una crítica; es una meditación, cada vez más irreal sobre la promesa de un nuevo paraíso; un cielo televisivo hecho de mujeres ociosas y de tíos que se rascan los huevos en el sofá babeando ante programas llenos de gente zafia sin cerebro pero con el tirón de la mala baba y la miseria humana.

Cuidado los adictos a Slavame, Gran Hermano, La Voz, OT y demás mierdas catódicas que lo mismo les da por pensar y sufrir un derrame en el el cine...

Lo peor de todo es que el actor es un preso condenado a cadena perpetua por varios asesinatos... ¿no había actores para hacer el papel que han tenido que pagar a un tipo así? ¿qué pensarán las familias de las víctimas? Bueno al menos supongo que se ahorraran el trago de pagar por ver este pastel...

Nota: 4 sobre 10

Argo (2012)

Bueno, vamos por partes... La película "argo" tiene... Lo que no sabría concretar el qué. Después de recibir parabienes generalizados, en sus películas anteriores, Ben Affleck, mi Ben, parece destinado a seguir a Clint Eastwood, Robert Redford o más recientemente George Clooney como estrella/galán con mejor reputación tras la cámara que frente a ella. Partiendo de eso, decir que el resultado es más bien básico y fácil de digerir para una película de denuncia y desencanto hacia el sistema. Eso si, tiene un mensaje lo bastante agudo y bien empaquetado como para dejar huella propia y dar cimientos a la carrera como director de Ben. La película esta gratamente cohesionada en su juguetona mezcla de intriga política, comedia de cine dentro del cine, e incluso drama familiar no empalagoso, funciona el suspense, la ironía e incluso, cuando toca, hasta la emoción. Aunque todo podría haberse perdido en el olvido, posiblemente, si no fuese por el buen sabor de boca que deja su trpidante y arrollador tramo final, que pone a prueba los nervios de más de uno y de dos...

Nota: 7 sobre 10

Skyfall (2012)

En esta nueva entrega de nuestro James Bond rubio y mazas hay más tela que cortar que en cualquier otro Bond de estos celebradísimos cincuenta años. Empalma con los restos que nos dejó en Casino Royal, cicatrizando la herida de amor abierta en y todavía no cerrada en Quantum of Solace, y nuestro Bond sigue volcando toda su oculta sentimentalidad en el personaje de M, que cada vez adquiere más rango de coprotagonista; es casi una historia paralela dentro de la misma película, en una relación casi  maternofilial. Inesperadamente, el villano de turno, el sobrevaloradísimo Bardem, tan amanerado como repetitivo ¿le siliconaron la cara en "No es país para viejos" y no han podido quitarsela después? también echa el lazo a M... y hasta aquí puedo escribir sobre el tema... Se entra además en las profundidades de Bond como nunca se había hecho, incluso a su infancia. Y finalmente la tradición se impone sobre la osadía y, al margen de las excelentes secuencias de acción de rigor, reflota nuevamente el humor (autoparódico en el caso de Q). En definitiva, un 007 más humano al que nos enseñan más por dentro que nunca y un cada vez mayor giro al personaje desendureciendolo... es lo único que no acabo de ver claro, porque a este paso van a acabar convirtiendo a nuestro 007 en una especie de Hugh Grant. Diossssss noooooooo

Nota: 8 sobre 10

Vacaciones en el infierno (2012)

Para empezar tengo que resaltar que mi Mel Giboson de acción ha vuelto, eso si, en plan mártir gore ecce hommo, tan a lo suyo, le ha cogido gusto al martirio y la sangre y parece ofrecerse en cuerpo y alma a la acción, sufrimiento y el dolor de la serie B. Su personaje en esta enchilada picante y destroyer padece mil y un sufrimientos, palizas y humillaciones, en el peor agujero penitenciario mexicano, y me ha hecho sentir como si cumpliese penitencia autoinfringida en estos tiempos de marginación por parte de Hollywood, en un alocura mariachi desenfrenada donde los arquetipos del cine carcelario se multiplican por mil en una sucesión de palizas, tráfico de órganos, drogas y salpicaduras a lo Robert Rodriguez que no dejan de encantarme con torturas, cámara lenta y gore. Y poor si fuera poco, mi Mel... consigue demostrar, sobre todo en sus escenas con el niño, lo extraordinario actor que es.

Nota: 8 sobre 10