Hay películas que parecen hechas sobre la consigna de tirar la casa por la ventana: 'Madagascar 3' sería un buen ejemplo, una fiesta de animación total para el goce veraniego, que parece haber adoptado la filosofía lúdico-ibicenca de uno de los más inolvidables personajes de la franquicia: el rey Julien al que dobla. La elipsis que lleva a los personajes a Europa en un simple cambio de plano es toda una declaración de principios: aquí, la cuestión es jugar sin freno con un elenco de personajes carismáticos, al que se incorporan figuras tan poderosas como esa némesis caza-animales que se arranca por Edith Piaf, un león marino que podría ser pariente lejano de Charlie Rivel y un tigre siberiano que aporta hilarante gravitas y una elasticidad física de dibu extremo.
'Madagascar 3' no ha venido a la cartelera a medirse con Pixar, sino a cegar al público con movimiento perpetuo, humor bien temporado, esos eficaces golpes de efecto en 3D tan malvistos por la ortodoxia, colores radiantes e ingenio a raudales. La saga goza de tal salud que incluso el estilo visual y el diseño de personajes se sofistica en cada entrega. ¡Imprescindible este verano donde, cuando y con quien sea!
Nota: 8 sobre 10